Los cambios sociales que se producen durante el envejecimiento se refieren principalmente al cambio de rol del anciano, tanto en el ámbito individual como en el marco de la propia comunidad. Así mismo considera las diferencias generacionales existentes a nivel de comportamiento social, y la dificultad de adaptación e integración que suele presentar la persona anciana ante estos cambios.
Cada etapa del desarrollo individual tiene su importancia. En el anciano este desarrollo estará sujeto a unas premisas fundamentales, no experimentadas de la misma forma por todos los individuos, ni con la misma secuencia de aparición temporal. Estas premisas están íntimamente ligadas a la vivencia de su envejecimiento y a la capacidad para aceptar y adaptarse a él. Por tanto, el ser consciente de las limitaciones en todas sus facetas permitirá al anciano establecer planes de vida satisfactorios.
Cada día las comunidades influyen de manera negativa en un porcentaje más alto y contribuyen al fomento de la independencia, por lo que se puede caer fácilmente en problemas de des individualización, pérdida de autoafirmación, daño emocional y aislamiento social. Por ello se ven los cambios sociales así:
Cada día las comunidades influyen de manera negativa en un porcentaje más alto y contribuyen al fomento de la independencia, por lo que se puede caer fácilmente en problemas de des individualización, pérdida de autoafirmación, daño emocional y aislamiento social. Por ello se ven los cambios sociales así:
- El cambio de rol individual, del hombre como ser social postergado en la mayoría de los casos a un segundo plano.
- El cambio de rol de los ancianos como grupo integrante de una sociedad determinada y los problemas derivados de la no integración como grupo marginal.
- Como individuo único, capaz de decidir, con opiniones, creencias y valores propios, con una historia de vida personal e influido por un medio social, con una concepción especial de la vida y de la muerte.
- Como integrante de un grupo familiar, sus relación dentro de él.
- Como persona receptora y dadora de afecto, capaz de afrontar las pérdidas
CAMBIO DE ROL EN LA COMUNIDAD
La contribución individual del hombre al grupo de pertenencia puede tener varios puntos de vista ; sin embargo, la sociedad en general valora tan sólo al hombre activo, al que aporta trabajo y genera dinero. No obstante, hay que considerar que los ancianos que ya han cumplido con su etapa productiva todavía tienen posibilidades de aportar conocimientos y de realizar tareas de ayuda comunitaria. El papel del individuo, dentro de la comunidad, gira en torno a dos grandes ejes: la actividad laboral y la actividad social, caracterizadas por la participación en las tareas sociales . El hecho de envejecer modifica el rol que se ha desarrollado, pero no de forma individual, sino en el momento que la sociedad lo incluye dentro del grupo de ancianos, aproximadamente a los 65 años.
ROL SOCIAL
La búsqueda de identidad individual se genera por los cambios sociales que producen en el anciano la sensación de no pertenencia al grupo escogido, al tiempo que el joven no es capaz de integrarlo en su grupo. Las costumbres, el estilo de vida y la concepción de la propia existencia separan las generaciones e inciden negativamente en el mutuo reconocimiento de los individuos que las componen. Como consecuencia del rechazo, se da la creación de grupos formados únicamente por ancianos lo que provoca un mayor distanciamiento generacional. Estos grupos quieren hacer oír su opinión reclamando un mayor protagonismo social y debatir su forma de aportar algo a la sociedad y de canalizar el gran potencial que poseen aun siendo ancianos.
Articulo escrito por:
Maria Victoria Herrera Villalva
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